martes, 8 de febrero de 2011

Hay una cruz en El Saso






Hay una cruz en El Saso
donde los mastines aúllan soledad,
donde cada noche enciendo el fuego pa' cenar
migas, uva y vino por los que se han ido.
Yo maldigo la ciudad.
"Padre, que el pueblo ya no es pa' vivir,
venga con nosotros a Madrid..."
Así me hablan mis hijos pero yo me quedo,
y aquí he de morir.


Esto es un fragmento de la canción Hay una cruz en el Saso, escrita por Gabriel Sopeña y Mauricio Aznar, fue grabada por uno de las mejores bandas de rock aragonesas, Mas Birras. Tanto Mauricio como Gabriel nacieron en mi barrio zaragozano, Casablanca. Mauricio tristemente falleció, pero nos dejo una buena discografía y buenos momentos para los que lo conocimos.

Cuando la escuche por primera vez, pensé que se refería a Leciñena, pues era el único sitio donde yo conocía un lugar llamado El Saso, con los años descubrí que en muchos pueblos de la geografía aragonesa existía un Saso, es decir una planicie en una elevación de terreno.

Esta es la canción de muchos pueblos, pueblos que poco a poco se van despoblando, algunos corren la suerte de que sus antiguos habitantes van los fines de semana, otros ni eso. En Azaila actualmente vivimos menos de 30 personas.

Donde vivo en pocos años he visto como la gente desaparece, como cada vez estamos mas solos y parece que no hay solución. La gente que se aventuro a venirse a vivir algunos marcharon y otros aquí estamos.



La Parca Negra.

Os presento a mi bici "la parca negra", es un homenaje a la gente que he conocido y que ya no están, esas personas que con sus viejas bicicletas de frenos de varillas se agarraron a sus pueblos, a esos hombres que se negaron a llevar un coche porque pensaron que no lo necesitaban mientras veían que los jóvenes cuando tenían coche se marchaban a la ciudad y no volvían.


Las Parcas.


Las parcas o moiras en la mitología griega son las que hilan nuestras vidas, las que controlan el hilo de cada uno de nosotros. Hasta los dioses temían a las parcas.

De sus dedos dependen nuestras vidas, cuando las parcas cortan el hilo nuestra vida se acaba.



El tio Juan

El tio Juan siempre fue en bicicleta, nunca tuvo un coche y hasta poco tiempo antes de su muerte se dio algún paseo con su bici, era muy filosófico, daba gusto tomarse un café con el. En realidad era el tío de mi madre, pero en esta tierra es normal llamar tío a los tíos de tus padres. El año pasado las parcas decidieron cortar su hilo.

Mi negra bicicleta de hierro siempre me recordara a él. A la gente que se queda en los pueblos, a los que se van a vivir a ellos, a José Mariano el poeta de Leciñena, a Gregorio que tampoco se compro nunca un coche, a todos los que se han ido y a los que vengan dedico esta entrada.



Y ahora os dejo la canción entera para que la disfrutéis, mas información en:

http://www.masbirras.com

HAY UNA CRUZ EN EL SASO
(G. Sopeña, M. Aznar)


Lejos del valle y de la capital,
donde la cordillera se hace azul,
donde la distancia es el monte
y al cielo se le trata de tu a tu.
Donde los pastores crearon un país,
donde la justicia era un honor,
esa es la tierra donde yo nací.
Noble hogar donde un día
los hombres marcaron su ley.

Hay una cruz en El Saso
donde los mastines aúllan soledad,
donde cada noche enciendo el fuego pa' cenar
migas, uva y vino por los que se han ido.
Yo maldigo la cuiudad
porque todos se fueron de aquí,
solo quedábamos Germán y yo.
Germán se murió en Febrero,
ahora solo se oye su ganado.
Ahora solo el eco y yo.

Hay una cruz en El Saso
donde los mastines aúllan soledad,
donde cada noche enciendo el fuego pa' cenar
migas, uva y vino por los que se han ido.
Yo maldigo la ciudad.
"Padre, que el pueblo ya no es pa' vivir,
venga con nosotros a Madrid..."
Así me hablan mis hijos pero yo me quedo,
y aquí he de morir.

Con las manos llenas y un nombre de rey,
marcado por el viento y por el sol,
mi vida es parte de esta tierra.
Yo pertenezco a esa raza de hombres
que un día marcaron su ley.